miércoles, 2 de enero de 2008

LA FAMILIA

LA FAMILIA
“El lugar donde nacen los niños y mueren los hombres, donde la libertad y el amor florecen, no es una oficina ni un comercio ni una fábrica. Ahí veo yo la importancia de la familia”

Gilbert Keith Cherterton

LA PATERNIDAD ACTUALMENTE

¿QUÉ OCURRE CON LA PATERNIDAD ACTUALMENTE?
¿POR QUÉ LOS PADRES SIENTEN QUE LOS ADOLESCENTES SE LES VAN DE LAS MANOS?


Tras la lectura de los artículos periodísticos y el texto de Kegan. Me he planteado las cuestiones que dan título a la reflexión. Y es que cuando te pones a contrastar a los padres de antes con los de ahora, es imposible comparar (y es que como se suele decir “las comparaciones son odiosas”) y en este caso la diferencia casi roza el abismo.

La sociedad en la que vivimos inmersos trasmite a los niños desde que son pequeños, una ausencia de valores o virtudes que está provocando una reacción cada vez más drástica en nuestros adolescentes. Estos comienzan a crecer antes, a hacerse mayores cuando aún son unos niños. Y es que parece que a los padres les da miedo ser autoritarios con sus hijos y ponerles límites. Por ejemplo, si no le compran un móvil, el niño vivirá fuera del mundo. Y en cierto modo, no van desencaminados porque todos sus amigos adolescentes tienen uno, pero ¿por qué hemos llegado a este punto? Los niños tienen que tener de todo, no les puede faltar de nada, porque si no se sentirán de menos con sus compañeros. Esto está provocando la tiranía de los niños, que se creen los reyes de la casa y utilizan a los padres como esclavos.

Creo que en esta sociedad todo se lleva a un extremo. ¿Por qué los padres no pueden actuar cómo lo que son?, ¿por qué poner límites y ejercer el liderazgo como padres, es para muchos ser un dictador o ser un padre autoritario?

Todo esto lo veo reflejado en la escuela en mi trabajo diario. Alguien me podría decir que esto en Educación Infantil no ocurre, pero si preguntamos a cualquier maestra con años de experiencia, nos podrá decir el cambio que observa en los niños. Actualmente la mayoría no tienen límites y esto se aprecia sobre todo cuando la maestra intenta marcar los suyos. Algunos pasan auténticas crisis intentando imponer su autoridad cómo están acostumbrados en su casa y se ven frustrados, con grandes lloros y rabietas, ya que ven que es imposible para ellos.

Muchos padres comentan a las maestras que no saben que es lo que hacen para controlar a tantos niños a la vez. Y creo que la única respuesta a esto sería, MARCAR LÍMITES y aunque suene mal SER SU LÍDER. Los niños en las aulas, saben hasta donde pueden llegar, son conscientes de las barreras que no tienen que sobrepasar porque eso son sus normas y significan el respeto a sus compañeros y a su maestra.

Esto debería ocurrir en las familias. Los niños tienen que ser conscientes de cuál es su rol en la familia y los límites hasta los que pueden llegar. No es bueno que el niño sienta que los demás están destinados a ser sus sirvientes, porque eso provoca tiranía en él. Y lo extremo como todos sabemos, nunca es bueno.

Pero yo me pregunto, ¿quién enseña a ser padres?, ¿alguien da un carnet o realiza un examen o una prueba de actitud? Sin duda nadie nace sabiendo y es fundamental que pidamos ayuda a especialistas, que se formen escuelas de padres…, en definitiva que los padres se conciencien de la difícil tarea que les ha tocado en esta sociedad y de lo importante que es para formar a buenos ciudadanos.

PATERNIDAD


PATERNIDAD: PENSAR EN NUESTROS HIJOS.

“ UNA VEZ QUE SE COMPRENDE Y SE ACEPTA QUE INCLUSO ENTRE LOS SERES HUMANOS MÁS CERCANOS SIGUEN EXISTIENDO DISTANCIAS INFINITAS, PUEDE SURGIR UNA CONVIVENCIA MARAVILLOSA, SI LOGRAN AMAR LA DIFERENCIA EXISTENTE ENTRE ELLOS Y QUE HACE POSIBLE QUE CADA UNO VEA AL OTRO COMO UN TODO ANTE EL CIELO.”

Rainer Maria Rilke, Letters to a Young Poet (New York: Norton, 1963).

¿LOS ANIMALES ESTABLECEN RELACIONES DE APEGO?

¿LOS ANIMALES TAMBIÉN TIENEN RELACIONES DE APEGO O SOMOS LAS PERSONAS LAS QUE ESTABLECEMOS ÚNICAMENTE ESTOS VÍNCULOS?

Tras la lectura de los textos comentados anteriormente, me ha surgido la pregunta que da título a la siguiente reflexión. Y es si los animales establecen relaciones de apego con sus cuidadores o somos los cuidadores los que establecemos estas relaciones.

Actualmente, muchas personas tienen una mascota en casa a la que consideran como si fuera un hijo. Cuando se les pregunta por su mascota, muchos afirman que son como uno más en la familia, que les quieren, hablan con ellos y sienten que son uno más. Además, afirman que están convencidos de que sus animales sienten exactamente lo mismo por ellos. De ahí, que me surja la duda sobre si los animales establecen relaciones de apego o son simplemente meras conductas estímulo-respuesta, cómo así afirmara el conductismo.

Bajo mi punto de vista, creo que estaría de acuerdo con el argumento del conductismo, ya que es el más razonable, puesto que en mi opinión y según mis conocimientos previos, los únicos que podemos tener sentimientos y vivir emociones somos los seres humanos. Entonces, ¿quién establece esa conducta de apego? ¿El ser humano o el animal? En mi opinión y cómo vengo comentando, el ser humano; pero si preguntamos a cualquier dueño de una mascota te respondería que ambos.

Hay una película que tiene una escena muy reveladora en relación a este punto. Se trata de “Mejor imposible". Oscarizada película que tiene una escena en la que muestra cómo el protagonista que comienza a cuidar al perro del vecino debido a un accidente, piensa que el perro le prefiere por llevar bacon en el bolsillo. En una escena junto con el vecino, intenta comprobar cómo el perro sólo le quiere porque tiene el bacon y hace que el dueño del perro comience a enseñarle una tira de bacon. El perro hace caso omiso al bacon y salta a los brazos del vecino que lo había cuidado.

De ahí, que yo me pregunte si en realidad son ¿estímulos-respuesta o en verdad, existe un vínculo emocional con el cuidador?

Si tenéis alguna propuesta a esta controversia o argumento, a favor o en contra, no dudéis y comentarla, ya que el tema parece interesante.

PRÁCTICA DE HISTORIAS INCOMPLETAS

REFLEXIÓN SOBRE LA PRÁCTICA DE HISTORIAS INCOMPLETAS


El siguiente diagnóstico del apego lo realicé con un niño en edad preescolar, más concretamente con cuatro años de edad.

Para ello utilicé el procedimiento de las historias incompletas, elaborado y puesto en práctica por Bretherton, Ridgeway y Cassidy, este permite evaluar el estilo de apego en niños de edad preescolar a partir de las respuestas de estos a una serie de historias inacabadas.

El procedimiento que seguí para su realización fue el descrito en los apuntes proporcionados por Alejandro Iborra. En primer lugar preparé los distintos materiales requeridos para realizar las escenificaciones, también preparé la habitación y la grabadora para poder analizar posteriormente las escenas.

A continuación, con el niño le expliqué el juego. Comenzando con una historia neutra, sobre una fiesta de cumpleaños, que sirve para aprender el procedimiento, que el niño comprendió perfectamente.

La primera historia es la del zumo derramado, en la cual se intenta evaluar a la figura de apego en situación de autoridad con el niño. En el caso del niño al que estaba evaluando, nada más escenificar el momento en el que se cae el zumo, respondió con la voz de su madre en tono autoritario. Así sería la escena:

Niño: Bueno, pues se lo diría a mamá: ¡Mamá, mamá se me ha caído el zumo!
Niño haciendo de mamá: Bueno pues ahora te regaño y nos vamos a casa.
Inma: ¿Te regaña mamá?
Niño: Sí.
Inma: ¿Y qué te dice?
Niño haciendo de mamá: ¡A casa!
Inma: ¿Pero lo limpias o no?
Niño: Sí.
Niño haciendo de mamá: Sí, lo limpias no nos vamos, pero si no lo limpias nos vamos.

Cuando le pregunto por la reacción del padre, instintivamente me dice que no pasa nada que lo limpia.

Esta escena me lleva a pensar que su principal figura de apego, por lo menos en cuanto, a la autoridad es su madre. Ya que en un principio responde de manera autoritaria, aunque al final le acaba incitando a que limpie lo que ha vertido y a que sea él quien decida, si quiere irse o no.

La segunda escena se titula “historia de la herida en la rodilla”, con ella queremos analizar el dolor como elicitador de la conducta de apego. El niño cuando escenificaba el momento en el que se hacía la herida, a la primera persona a la que llamaba era a su madre. Esta respondía rápidamente diciéndole que iban al médico. Le pregunto si le dice algo papá y me dice que a papá no, que está “allí”.

Estas respuestas me llevan a pensar igualmente, que su principal figura de apego es su madre y que el momento de dolor, le sirve para llamar la atención de su figura de apego.

La tercera escena trata sobre “la historia del monstruo en la habitación”, con la que analizaremos el miedo como elicitador de la conducta de apego.

La historia trata sobre la pesadilla que ha tenido el niño. Le digo que realice la escena y a la primera persona a la que llama es su madre. Esta se levanta de la cama y va hacía su habitación, le calma y le da un abrazo. Le pregunto al niño si papá hace algo en ese momento y dice que no, que está durmiendo.

Por tanto, volvemos a comprobar cómo utiliza el miedo, para llamar la atención de su principal figura de apego, su madre. Mientras que de su padre no se plantea en ningún momento llamar su atención.


La penúltima escena se titula “historia de la partida de los padres”, con ella pretendemos analizar la separación ansiosa y las estrategias de afrontamiento.

El niño no representa una separación ansiosa ni traumática. Pregunta a su madre que dónde van, ella se lo explica y el niño se queda conforme quedándose con la abuela. Eso sí, al padre no le vuelve a mencionar, sólo a la madre.

Por último, la historia final es la “reunión”, cuando vuelven los padres del viaje, con la que estudiamos la reunión con los padres tras una separación. La madre cuando llega del viaje les pregunta que han hecho y él se lo explica. De nuevo sigue sin nombrar al padre y a la hermana. La mamá pregunta a la abuela qué que han hecho. Termina diciendo que la hermana hace muchas cosas malas porque está malita. Lo que me lleva a pensar que existen aún celos, porque la hermana es un bebé y le resta protagonismo.

Al final le pregunto, que si a papá no le utiliza y dice que él está ocupado haciendo otras cosas.

Como CONCLUSIÓN al estudio, podríamos decir que el niño muestra un apego seguro. Tiene unos padres cálidos y afectivos, sin duda sobre todo la madre. Se ve que hay comunicación. Y ante todo predomina la relación con la madre, ya que al padre a penas le puede ver, de ahí, que afirme rotundamente que su padre está ocupado. A la hermana tampoco la muestra y se nota, que en alguna escena en la que aparece intenta ganarle protagonismo por encima de ella.

En cuanto a las escenas analizadas y a los criterios de valoración propuestos por los autores, podemos ver cómo responde con relativa rapidez y adecuadamente, ya que algún miembro de la familia, en este caso la madre, hace algo para restablecer la normalidad, sus respuestas son positivas y no hacen referencia a castigos ni malos tratos. El niño coopera en todo momento y en el episodio de reunión el recibimiento es cariñoso. Estos serían los criterios generales de seguridad.

Según la clasificación de apego que hacen los autores, el niño estudiado tiene un APEGO MUY SEGURO.

ESTILO DE APEGO, MODELOS INTERNOS Y COMUNICACIÓN

REFLEXIÓN: ESTILO DE APEGO, MODELOS INTERNOS Y COMUNICACIÓN.

FEENEY, J y NOLLER, P (2001): Apego adulto. Desclée.

Al igual que en la reflexión anterior, he realizado un análisis del siguiente texto, entresacando las ideas principales y a su vez relacionándolo con mis conocimientos previos sobre el tema, los nuevos que me aporta el texto y la relación que establezco con mi vida cotidiana.

Al finalizar el análisis anterior señalaba que bajo mi punto de vista el apego influye a lo largo de la vida de una persona. Con la lectura del texto he podido comprobar como numerosos investigadores están de acuerdo con esta afirmación.

Por ejemplo, en el caso de Bowlby, que es el estudioso del apego por excelencia, este propuso una serie de modelos internos (o representaciones mentales) son el mecanismo a través del cual las experiencias tempranas de apego afectan a una persona a lo largo de toda su vida.
Además, afirma que los individuos para poder predecir y controlar su mundo, necesitan tener un modelo de su entorno (modelo ambiental) y un modelo de sus propias habilidades y potencialidades (modelo organísmico). Y cree que estos modelos internos son una especie de mapas o planos que utilizamos para simular y predecir las conductas de los demás en la interacción social, así como para organizar la propia conducta para lograr objetivos racionales.

Estos MODELOS INTERNOS se van formando a medida que se desarrolla la historia del niño, y por tanto, poco a poco se van volviendo más sofisticados. Estos permiten afrontar situaciones nuevas con las ventajas que aporta la experiencia previa.

Bowlby no defiende que los modelos se mantengan estables durante toda la vida, sino que las experiencias tempranas con los cuidadores primarios ejercen una gran influencia sobre los modelos desarrollados en la infancia.

Los modelos se centran en la regulación y satisfacción de las necesidades de apego y cuando crecemos tienden a operar fuera de la conciencia, sobre todo en situaciones de estrés.

En el texto también se afirma que hay muchos estudios que demuestran que los modelos de apego que los padres adquieren en su infancia determinan su comportamiento como figuras de apego. Esto me ha llevado a pensar en la posibilidad de que los padres que han sido maltratados en su niñez, tiendan a reproducir este tipo de apego con sus hijos y mujer. Aspecto que suele ser muy común, aunque no generalizable a todos los casos.

Los modelos atienden no solo a sentimientos y conducta, sino a atención, memoria y cognición.
Por tanto, estos incluyen cuatro componentes interrelacionados, según Collins y Read (1994):

1. Recuerdos y experiencias relacionadas con el apego.
2. Creencias, actitudes y expectativas sobre los demás y uno mismo.
3. Objetivos y necesidades relacionadas con el apego.
4. Estrategias y planes para conseguir objetivos.

En el texto aparecen explicados más detenidamente los distintos componentes de los modelos internos.

Los autores han destacado también las funciones de los modelos internos. Haciendo referencia en primer lugar a la forma en la que afectan a nuestras relaciones. Se ha señalado que estos dan forma a las respuestas cognitivas (prestamos atención a los estímulos que encajan con ellos e ignoramos otros aspectos), emocionales y conductuales que manifestamos ante los demás; afectan a la selección e interpretación de los datos, a la forma en que evaluamos a los demás y a las relaciones que tenemos con ellos y a los planes que concebimos para controlar nuestras relaciones con otras personas.

En el penúltimo apartado del texto, se han analizado la postura de diferentes autores frente a la estabilidad y al cambio en los modelos internos. Bowlby enfatiza que los modelos son construcciones activas que pueden modificarse en función de la experiencia. Otros autores defienden la estabilidad debido a la tendencia que tienen los modelos más antiguos, para activarse más rápidamente en situaciones de estrés. Destacamos una serie de condiciones que promueven la estabilidad, cómo son: tendencia de los individuos a escoger entornos que son congruentes con sus creencias sobre los demás y sobre sí mismos; naturaleza perpetuadora de estos modelos y tipos de conducta que tienen a presentarse automáticamente cuando se activa un determinado modelo de apego. Las condiciones que promueven el cambio serían por ejemplo, las transiciones vitales importantes de la vida, cómo son la emancipación, el matrimonio…, ya que representan cambios significativos en el entorno social. Esto lo podríamos relacionar con la película Fresas silvestres, en la que observábamos como el doctor Borg, va modificando sus modelos internos de apego debido a las transiciones vitales que van ocurriendo a lo largo de su existencia. Los modelos podrían ir cambiando también en la medida que los individuos comprendieran o interpretaran sus experiencias pasadas de otra manera. Bajo mi punto de vista, podríamos relacionar este último punto, con la película, puesto que al final podemos ver como el doctor analiza su vida y se da cuenta que tiene que cambiar.

En el último punto, se hace referencia al apego y la comunicación padre-hijo, que se considera fundamental ya que condicionará las relaciones posteriores que establezca el individuo con las personas con las que establezca relación. Además, los autores dan gran importancia a la comunicación, que luego será factor influyente en las relaciones de intimidad que se establezcan de adulto.

APEGOS EN LA INFANCIA Y MÁS ADELANTE

REFLEXIÓN SOBRE EL TEXTO: APEGOS EN LA INFANCIA Y MÁS ADELANTE.

FEENEY, J y NOLLER, P (2001): Apego adulto. Desclée.


Una vez leído el texto y tras realizar un resumen del mismo me dispongo a entresacar las reflexiones más importantes que me ha aportado.

Sin duda, ha sido un texto algo complicado puesto que continuamente va mostrando las diferentes investigaciones de los autores en relación al apego y quizá se hace algo denso.

Para elaborar mi reflexión seguiré un proceso lineal, siguiendo la estructura que presenta el texto. Incluiré las aportaciones más significativas que este me ha proporcionado y mi visión personal del tema.

En primer lugar, el texto comienza destacando a uno de los principales investigadores del apego BOWLBY, que exploró los procesos a través de los cuales se establecen y se rompen vínculos afectivos. Según él, el apego es “cualquier forma de conducta que tiene como resultado el que una persona obtenga o retenga la proximidad de otro individuo diferenciado y preferido, que suele concebirse como más fuerte y/o más sabio” (1973).

Además, este autor afirma que el sistema de apego forma parte de una serie de sistemas conductuales de vinculación que influyen en la exploración, el cuidado y el apareamiento sexual, los cuales están diseñados para asegurar la supervivencia y la procreación.

Los rasgos definitorios del apego son la búsqueda de proximidad, la base segura y el refugio seguro. Señala que las diferencias individuales en el apego vendrán marcadas básicamente por el contexto de entornos familiares estables que tienden a persistir a lo largo de la vida de una persona.

Numerosos autores han estudiado estas diferencias individuales, por ejemplo Ainsworth, del cual se destacan los patrones de conducta infantil que pueden usarse para identificar en los niños estilos de apego, destacan: el apego seguro, inseguro-evitativo e inseguro resistente o ansioso-ambivalente. Además, Ainsworth y sus colaboradores desarrollaron una técnica para evaluarlo, LA SITUACIÓN EXTRAÑA, que consistía en un situación que servía para generar niveles de extrés leves pero cada vez más intensos al niño y así poder observar sus conductas en relación a la separación, proximidad… del cuidador primario y una persona extraña.
Alejandro Iborra ha plasmado en las diapositivas una relación de los estilos de apego, que se han mostrado en el texto:
Estilos de apego identificados en la “Situación extraña” de Ainsworth:

1. Apego seguro (65-70%): exploración activa en presencia de la figura de apego, ansiedad moderada en la separación, fácil consuelo en el reencuentro
2. Apego inseguro-evitativo o evasivo (20%): independientes en su exploración, poco ansiosos en la separación, evitación en el reencuentro.
3. Apego inseguro-ambivalente o rebelde (10-15%): poca exploración, elevada ansiedad ante la separación, comportamientos ambivalentes en el reencuentro, dificultad para ser consolados
4. Apego inseguro-desorganizado (10-12%): características confusas y contradictorias (búsqueda de proximidad seguida de evitación), movimientos incompletos, estereotipados.

Una vez abordados los tipos de apego, seguimos analizando las características individuales, entre ellas los apegos múltiples, que vienen a defender la existencia de varias figuras de apego, no sólo la madre, sino también el padre, los hermanos… Bowlby ha reconocido este hecho pero a su vez mantiene que el cuidador primario se convierte en la persona de apego primaria en la que se prefiere como refugio en los momentos de angustia.

Aspecto con el que estoy de acuerdo, ya que se puede observar como los niños sienten ese apego hacia los dos progenitores. Siendo esto de gran recomendación, en caso de pérdida de alguna de las dos figuras.

Actualmente, me surge una duda, debido al cambio en la sociedad, ¿Quién sería la figura de apego, la madre o la educadora de la escuela infantil? Esta duda me ha surgido al reflexionar sobre los bebés, y su pronta incorporación a las escuelas infantiles, con tan solo cuatro meses o menos. Muchos de ellos pasan en estos centros la mayoría de la jornada del día y cuando llegan a casa, muchas familias no tienen mucho tiempo para estar con ellos, porque en muchos casos tienen que realizar las labores domésticas o cuidar del resto de hermanos o abuelos. Esto nos llevaría a pensar en un posible cambio en las relaciones de apego. Por tanto, ¿deberíamos volver a investigar el tema?

Respecto a la explicación de las diferencias individuales en el apego, continuamos señalando que estas se pueden deber a la experiencia individual, fruto de las relaciones que se hayan mantenido con la figura de apego; la constitución genética, que hace referencia al temperamento del niño y su influencia en la relación con los cuidadores y por último, la influencias cultural, que numerosos autores han investigado, afirmando que los apegos son diferentes según la cultura, debido a las diferentes prácticas de crianza.

En los últimos tres apartados del texto, los autores se centran más en el apego adulto, comenzando en la posible estabilidad de los patrones de apego. La mayoría de los autores afirman que los patrones son relativamente estables, pero que pueden variar en función de acontecimientos que vayan influyendo a lo largo de la vida de una persona. Por ejemplo, un niño que haya vivido en edad temprana en un orfanato, podría haber originado una conducta de apego evitativa-insegura. Debido al hecho de no tener una relación de apego con un mismo cuidador. Sin embargo, si al cabo de los años es adoptado por una familia con un contexto estable, ¿podría llegar a adquirir un apego seguro? Bajo mi punto de vista, creo que sí, aunque quizá en los primeros años de adaptación a la nueva familia se vería influido por el estilo de apego que hubiera adquirido previamente.

En el último punto se ha analizado la aplicación de la teoría del apego a las relaciones cercanas adultas, habiendo un consenso casi general entre los investigadores, sobre esta influencia. Bowlby sostiene que el sistema de apego desempeña un papel fundamental a lo largo del ciclo vital y que la conducta de apego es propia de los seres humanos “desde que nacen hasta que mueren”.

Morris en 1982, señaló que estas conductas marcarán las posteriores relaciones de intimidad, ya que son un tipo de vínculo afectivo, que se expresa por el deseo de mantener la cercanía de un compañero que se ve como individuo único no intercambiable con ningún otro.
Investigadores como Ainsworth y Weiss han considerado que algunas relaciones adultas son de apego y que normalmente la pareja sexual lo es.

La mayoría de las investigaciones han llegado a concluir que el apego infantil influye en la edad adulta.

Bajo mi punto de vista y a la luz de lo estudiado a lo largo del texto y mis conocimientos previos sobre el tema, creo que el apego influye casi de manera determinante en la edad adulta, porque nos enseña las conductas de relación social con los demás. Por tanto, para trabajar tanto con personas adultas, cómo con niños es fundamental conocer cuál es su conducta de apego dominante y así poder actuar para favorecer el apego seguro, que se supone que es el más positivo.